Natación y autismo
Necesidades especiales
Sesiones adaptadas a su lenguaje, ritmo y preferencias, sin prisas ni expectativas, solo pequeños logros que nacen de la confianza y del vínculo que construimos paso a paso. En natación y autismo el objetivo es que el agua se convierta en un refugio amable, y a menudo lo que ocurre es que el agua es el medio de comunicación más maravilloso para ellos.
Sesiones de 40 minutos
Grupos reducidos (máx. 3 peques)
Adaptado a su lenguaje o ritmo
A lo largo de los años, he tenido la fortuna de acompañar a muchos niños y niñas dentro del espectro del autismo en su encuentro con el agua. Lo que he aprendido es que no hay un solo camino: cada peque es único, y mi labor es estar presente, observando con respeto, creando un entorno donde se sientan seguros, tranquilos y libres de ser. El agua, con su contención natural, su temperatura agradable y su fluidez, ofrece estímulos sensoriales que muchos de ellos disfrutan enormemente. Es un espacio que puede ayudarles a autorregularse, a expresarse sin palabras, a conectar con su cuerpo sin tensión.
En cada sesión me adapto a su lenguaje, a su ritmo, a sus preferencias. No trabajo con esquemas fijos, sino con la escucha activa y una mirada amorosa que acompaña sin invadir. Lo que sí ocurre es que hay una intención muy bien puesta en ir conquistando hitos. Es decir que no hay presión, pero sí objetivos (y muy claros). Ahí reside la magia del acompañamiento eficaz: en mantener presente siempre la invitación a superar los límites, asomándose alegremente fuera de la zona de confort.
Preguntas habituales
Gorro y gafas para peques y adultos.



