Natación y autismo

Necesidades especiales

Sesiones adaptadas a su lenguaje, ritmo y preferencias, sin prisas ni expectativas, solo pequeños logros que nacen de la confianza y del vínculo que construimos paso a paso. En natación y autismo mi objetivo es que el agua se convierta en un refugio amable, donde el niño o la niña pueda relajarse, explorar y disfrutar, sin miedo y sin juicios.

  • Sesiones de 30 minutos

  • Grupos reducidos (máx. 3 peques)

  • Adaptado a su lenguaje o ritmo

Natación y autismo

En esta escuela todos los niños son bienvenidos. Tenemos compañeros con síndrome de Down o diversos diagnósticos de autismo. Que tengan "necesidades especiales" es sólo una forma verbal de incluirles, porque desde mi punto de vista todos los niños tienen las mismas necesidades: respeto por sus tiempos, cariño y diversión.

Las sesiones de natación y autismo no se plantean como una terapia, sin embargo se podría decir que tienen un efecto "terapéutico" pues ayudan a los peques a desarrollar sus capacidades cognitivas y motoras, mejoran su tono muscular, fortalecen su aparato respiratorio, estimulan su propiocepción y facilitan su relajación tras los 30 minutos de agua.

A lo largo de los años, he tenido la fortuna de acompañar a muchos niños y niñas dentro del espectro del autismo en su encuentro con el agua. Lo que he aprendido es que no hay un solo camino: cada peque es único, y mi labor es estar presente, observando con respeto, creando un entorno donde se sientan seguros, tranquilos y libres de ser. El agua, con su contención natural, su temperatura agradable y su fluidez, ofrece estímulos sensoriales que muchos de ellos disfrutan enormemente. Es un espacio que puede ayudarles a autorregularse, a expresarse sin palabras, a conectar con su cuerpo sin tensión.

En cada sesión me adapto a su lenguaje, a su ritmo, a sus preferencias. No trabajo con esquemas fijos, sino con la escucha activa y una mirada amorosa que acompaña sin invadir. Aquí no hay prisas ni expectativas, solo pequeños logros que nacen de la confianza y del vínculo que construimos paso a paso. Mi objetivo es que el agua se convierta en un refugio amable, donde el niño o la niña pueda relajarse, explorar y disfrutar, sin miedo y sin juicios.

Recibid a los niños en reverencia, educadles en el amor, dejadles seguir adelante en libertad.

– Rudolf Steiner –

Preguntas habituales

Gorro y gafas para peques y adultos.