Infantil
De 3 a 4 años
Actividad especialmente enfocada en el inicio a la autonomía en el medio acuático, en un entorno absolutamente respetuoso y sin traumas. El objetivo de la sesión infantil de 3 a 4 años es que los niños empiecen a experimentar las inmersiones de manera voluntaria y sin ser forzados, para después pasar a la flotación y más adelante a los desplazamientos.
Sesiones de 45 minutos
Grupos reducidos (máx. 6 peques)
Papás y mamás bienvenidos
En una actividad acuática infantil de 3 a 4 años es importante que no le llames clase ¡dile que va a jugar!
Si tu peque ha tenido alguna mala experiencia y no quiere ir sólo a clases de natación, ¡no te preocupes! Existe un lugar en el que puedes entrar al agua con él, y es éste.
En las primeras sesiones dejaremos que sea el niño quien decida entrar al agua (ocurrirá antes de lo que piensas), y a partir de ahí iremos detectando las claves de su miedo y disolviéndolas una a una.
El éxito está garantizado, ya que es mi especialidad y tengo 20 años de experiencia en este ámbito. ¡Pronto la mamá o el papá podrán quedarse fuera si así lo desean, y disfrutar viendo los avances de sus hijos sin mojarse el pelo!
Te sorprenderá lo fácil que parece, cuando el niño se siente escuchado y acompañado.
Preguntas habituales
El rechazo a meter la cabeza en el agua es relativamente frecuente en niños pequeños, y suele tener su origen en alguna experiencia negativa. Cuando los peques no controlan la apnea, el simple hecho de acercarse a la superficie puede ser suficiente para que les entre agua por la nariz o por la boca cuando están inhalando. Esto, si ocurre de forma imprevista y no se acompaña de manera oportuna, puede crear un rechazo muy grande, incluso una especie de fobia.
Lo primero es no presionar al peque para que "lo intente", ni desacreditar sus sensaciones y su miedo diciéndole cosas como "venga, que no pasa nada", ni compararle con otros niños que sí han aprendido a hacerlo. Después, lo ideal es buscar la ayuda de un profesional respetuoso que pueda enseñarle la técnica, siempre desde el juego, y sin forzar ni asustar al niño/a.