Infantil
2 años
Actividad especialmente enfocada en el inicio a la autonomía en el medio acuático, en un entorno absolutamente respetuoso y sin traumas. El objetivo de estas sesiones es que los niños empiecen a experimentar las inmersiones de manera voluntaria y sin ser forzados, para después pasar a la flotación y más adelante a los desplazamientos.
Sesiones de 45 minutos
Grupos reducidos (máx. 4 peques)
Papás y mamás bienvenidos
El peque ya controla la marcha en tierra y la aparición del lenguaje verbal le sitúa frente a un nuevo sistema de expresión. Descubre que la madre no le pertenece en exclusiva, y que tiene que compartirla con el resto de la familia. Aparecen las vicisitudes del control de esfínteres. ¡Tantas cosas suceden en este período! Es una etapa intensa, a menudo difícil para ellos en su maduración.
Teniendo todo esto en cuenta, y respetando por tanto las necesidades de cada peque en cada sesión infantil de 2 años, la actividad acuática está especialmente enfocada en el inicio a la autonomía en el medio acuático, en un entorno absolutamente respetuoso y sin traumas.
El objetivo de una sesión infantil de 2 años es que los niños empiecen a experimentar las inmersiones de manera voluntaria y sin ser forzados, para después pasar a la flotación y más adelante a los desplazamientos. La vía para conseguir todo esto es el juego, planteado para que los adultos disfruten en el agua (y, por imitación, lo hagan también los niños). Tendremos en cuenta sus neuronas espejo, que tienen como funciones principales el aprendizaje y la empatía.
Durante la sesión infantil se irán planteando juegos para las familias y especialmente para los niños, guiadas por sus padres y de vez en cuando, si es oportuno, también por la monitora. El "nivel" al que llegue cada niño dependerá de lo que él o ella se sientan preparados para hacer y, sobretodo, de lo que sientan motivación por intentar.
En ningún caso se fuerza al niño a hacer nada que no quiera hacer. Lo más importante es que permanezca el espíritu de exploración, tanto del medio como de su propio potencial. Así mantendrán la autoestima alta y el gozo de superar sus propias limitaciones sin miedo. Con este método, los resultados están garantizados.
Preguntas habituales
El mejor material auxiliar de natación es el churro. Es un material que ofrece una ayuda en la flotación pero sin permitir que se nos olvide hasta dónde somos capaces de llegar por nosotros mismos. Con el uso del churro, debemos estar siempre atentos y responsabilizarnos de nuestro cuerpo, por tanto no perdemos la conexión con la realidad en ningún momento.
La desventaja es que la supervisión con un niño que aún no sea autónomo en el agua debe ser mucho más cercana y cuidadosa que con otros materiales que se fijan alrededor del cuerpo, como pueden ser los manguitos o el flotador.